La Unión Internacional de Juventudes Socialistas -IUSY, por sus siglas en inglés- expresa su preocupación por la reacción del gobierno de Colombia frente a la masiva protesta social abierta con el paro nacional del 21 de noviembre, con varios hechos violentos suscitados en distintas regiones del país.
El derecho a la protesta como expresión pacifica es fundamental en una democracia. El despliegue del Ejército en las calles, el decreto de toque de queda y los ataques de la policía nacional no van de la mano con el respeto a los estándares en materia de derechos humanos que deben guiar a los Estados, sumándose la ola que en las ultimas semanas ha sacudido a diversos países latinoamericanos.
Si bien se valora el llamado del Presidente Duque a una conversación nacional con alcaldes, gobernadores y sectores de la sociedad civil, ese dialogo va de la mano con casos como el del estudiante Dilan Cruz, quien murió tras recibir un disparo de bomba lacrimógena por parte de la ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios); o el de mujeres que han sido heridas en la Universidad de Los Andes por motoristas de la policía; o los ataques en contra de periodistas que ha reportado la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP).
La amalgama de demandas sociales es amplia, con un increíble espíritu cívico. Los asesinatos de líderes sociales, el intento de pasar un “paquetazo” de medidas económicas, el acceso desigual a la educación superior, el poco compromiso con el acuerdo de paz con las FARC, y la ramificación local del caso Odebrecht han afectado al gobierno de Iván Duque.
El caceroleo y las concentraciones, protagonizadas por miles de jóvenes en cientos de plazas colombianas, expresan un espíritu critico con la desigualdad, junto a las voces indígenas, afrocolombianas, campesinas, femeninas, de la comunidad LQTBI, entre otros, que reclaman por justicia.
Finalmente, extendemos nuestra solidaridad al pueblo colombiano, en especial a nuestra organización miembro Juventudes Liberales, así como a las fuerzas progresistas colombianas. Condenamos las amenazas militaristas de Duque ante la protesta social, exigiendo que se detengan los hechos de violencia que protagonizan agentes del Estado. ¡Que prime la democracia y la paz ante la movilización!
Situation of demonstrations in Colombia
The International Union of Socialist Youth -IUSY- expresses its concern about the reaction of the Colombian government to the massive social demonstrations, opened with the national strike on November 21st, with several violent events in different regions of the country.
The right to protest as a peaceful expression is fundamental in a democracy. The deployment of the Army in the streets, the curfew decree and the attacks of the national police do not go hand in hand with respect for human rights standards that should guide the States, adding to the wave that in recent weeks it has shaken several Latin American countries.
While President Duque’s call for a national conversation with mayors, governors and civil society sectors most be valued, this dialogue share space with cases such as that of student Dilan Cruz, who died after receiving a shot of tear gas by the ESMAD (Colombian’s Mobile Riot Squadron); or women who have been injured at the University of Los Andes by police motorists; or attacks against journalists reported by the Press Freedom Foundation (FLIP).
The amalgam of social demands is wide, with an incredible civic spirit. The killings of social leaders, the attempt to pass a “packet” of economic measures, unequal access to high education, little commitment to the peace agreement with the FARC, and the local branching of the Odebrecht case have affected the government of Ivan Duque.
The “caceroleo” and concentrations, starring by thousands of young people in hundreds of Colombian places, express a critical essence to the inequality, together with voices of the indigenous, Afro-Colombian, farmer, female, and the LQTBI community, among others, who demand justice.
Finally, we extend our solidarity to the Colombian people, especially to our member organization Liberal Youth, as well as to the Colombian progressive forces. We condemn Duque’s militaristic threats against the social protest, demanding that the acts of violence carried out by State agents be stopped. Let democracy and peace prevail!