Declaración Final Comité Americano IUSY 2019
“¿Progresismo a la defensiva? Estrategias y escenarios para un nuevo momento político en la región”
El Comité Americano de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas –IUSY, por sus siglas en inglés- se reunió entre los días 07 y 10 de noviembre en la ciudad de Quito, Ecuador, con el objetivo de reflexionar en torno a la situación actual de la región, sobre el estado de nuestras democracias, el surgimiento de movimientos sociales fuertes y la respuesta militarista de la derecha continental. Eso nos lleva a la imperiosa necesidad de pensar el ciclo progresista, la ola conservadora, la reacción de la izquierda y los nuevos escenarios que se abren ante las disyuntivas frente a un capitalismo salvaje.
En un contexto global en el que se profundizan las desigualdades y los jóvenes se le levantan para criticar elementos que se han normalizado, saludamos que en nuestras sociedades la protesta social haya tomado los espacios de debate para modificar las estructuras políticas y económicas y poner en agenda temas feministas, medioambientales, indígenas, de disidencias sexuales, constitucionales, entre otros.
Esta desigualdad ha favorecido históricamente a una minoría concentradora de la riqueza en nuestro continente, en desmedro de los sectores medios y populares. Esto fue reforzado por los gobiernos de la derecha regional, asociados en el Grupo de Lima, aplicando la añeja receta neoliberal de restringir lo público a subsidios, de precarizar los derechos sociales y de reforzar el Estado policial ante las manifestaciones.
A eso se ha unido el establecimiento de alianzas estratégicas con los sectores empresariales y confesionales, legitimándose mediante el manejo de los medios hegemónicos de comunicación, la militarización de nuestras sociedades y la judicialización de la política como práctica habitual. Nos preocupan las muertes, los heridos, las violentadas sexualmente, las torturas, persecuciones, detenciones ilegales y exilios de este último tiempo, especialmente en la juventud, como respuesta a la organización y movilización de los pueblos.
Como jóvenes socialistas, socialdemócratas y laboristas estamos llamados no sólo a reflexionar críticamente sobre la realidad imperante, sino a estar presentes junto al pueblo en sus expresiones masivas, a ser parte de las discusiones relevantes y a participar en el tejido social. Nuestros partidos están siendo emplazados a actualizar programas, discursos y orgánicas, en pos de canalizar las nuevas y crecientes demandas sociales que emergen en nuestro continente.
La situación en Ecuador nos provoca una doble sensación. Por un lado, vemos con profundo optimismo el proceso de resistencia y movilización social de amplios sectores populares ante las medidas de ajuste estructural impulsadas por el gobierno de Moreno bajo designio del Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, la derrota propiciada por el pueblo al oficialismo dejó un alto costo en víctimas y libertades.
Denunciamos la violación de derechos humanos por parte de las fuerzas policiales durante las protestas, así como la feroz persecución política de la que están siendo víctima autoridades electas de oposición, líderes sociales y políticos, medios alternativos de comunicación y la ciudadanía que ha expresado su rechazo a la deriva autoritaria y neoliberal del bloque de poder en el gobierno.
La sensible situación que atraviesa Bolivia nos obliga a recordar la necesidad de defender la democracia por sobre todo. Tenemos una preocupación acerca de los acontecimientos que se han desarrollado en el país andino, con un acuartelamiento de parte de la policía nacional en algunas ciudades. Instamos a que se respete el voto popular, esperando el informe final de OEA de las elecciones de octubre pasado.
La interferencia de fuerzas represivas en el debate político es reprochable, por lo que esperamos que las tendencias políticas desistan de tentar a viejos enemigos de nuestros pueblos, y a que se encauce el conflicto en una solución pacífica mediante el dialogo. Repudiamos el alzamiento en armas y el intento de golpe de Estado, poniendo en riesgo al pueblo mediante acciones temerarias.
En Chile, estamos presenciando la primavera de dicho país al calor de un estallido social lleno de creatividad y una masividad nunca antes vista, con más de 20 días de manifestaciones a lo largo del país. El experimento del neoliberalismo nació y debe morir en tierras chilenas, de la mano de agendas sociales que restablezcan lo público en los derechos fundamentales, y se avance en un proceso participativo para lograr una nueva Constitución nacida en democracia.
Condenamos enérgicamente la respuesta del gobierno de Sebastián Piñera en contra de las movilizaciones, ignorando las demandas, convocando a las Fuerzas Armadas a coartar las marchas, validando la represión de Carabineros, y violando los derechos humanos de quienes están protestando, reviviendo la imagen de la dictadura de Pinochet, con 23 muertos, cientos de heridos, reportes de tortura, violencia sexual y numerosos casos de ceguera parcial por el uso de balines.
Vemos con mucha inquietud la situación de Brasil, donde los discursos de odio sembrados por Jair Bolsonaro han calado hondo. El desprecio por los pobres, las mujeres, los pueblos indígenas, las afrodescendientes, la comunidad LGTBIQ+, entre otros, no hace más que reforzar todos nuestros temores. Las Fuerzas Armadas en la calle, la violencia, los ataques al diferente y al vulnerable, la falta de respeto a las instituciones y el desdén por la democracia son el común denominador de dicho gobierno.
Aun teniendo ese negro panorama, la salida de la cárcel de Lula da Silva nos trae una gran alegría frente a la injusticia articulada por el actual ministro de Justicia, Sergio Moro, con el objetivo de impedir su vuelta a Palacio de Planalto. Esperamos que el lawfaresea una mala pesadilla y se termine el uso indebido de instrumentos jurídicos para perpetrar golpes de estado blandos y una persecución a líderes sociales y políticos.
Argentina lleva más de 8 años de estancamiento económico, agravado por la política económica del gobierno de Mauricio Macri que finalizará su mandato dejando al país inmerso en una profunda crisis económica y social: al borde de la hiperinflación, con una gran caída del PBI, más del 35% de los y las argentinas debajo de la línea de la pobreza y sin políticas que garanticen alimentación, educación, salud y trabajo a todos los argentinos. El próximo 10 de diciembre, luego de la contundente expresión popular en las últimas elecciones nacionales, asumirá un nuevo presidente, Alberto Fernández, cuyo gobierno que tendrá por delante enormes desafíos. La convocatoria a un gran acuerdo nacional, con representación de todos los sectores políticos, productivos, empresariales y de la sociedad civil será fundamental para sacar adelante la economía y mejorar la calidad de vida del pueblo argentino.
El sistemático asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos en Colombia es un fenómeno que ha ido creciendo alarmantemente en los últimos meses. Los ataques en su contra han llevado a movilizaciones en las principales ciudades para rechazarlos y exigir al gobierno de Iván Duque que realice los esfuerzos necesarios para apoyar a las dirigencias afectadas, dándole celeridad a las investigaciones judiciales y reforzando las medidas de prevención y protección. La continuidad de latentes dinámicas de violencia, a pesar de la implementación del acuerdo de paz con las FARC, nos mantiene alertas.
En el caso de Costa Rica, celebramos la próxima entrada en vigencia del matrimonio igualitario, en mayo del 2020, lo cual nos enorgullece. Hacemos un llamado para seguir avanzando en los derechos sexuales y reproductivos, tal como se hace con la firma de la norma técnica del aborto terapéutico en dicho país.
Desde Panamá, resaltamos el liderazgo y el interés del Presidente Laurentino Nito Cortizo en dialogar y crear consensos con cientos de jóvenes panameños que habían sido detenidos por el desarrollo de protestas por las reformas constitucionales. Gracias a esto se logró el desistimiento de la presentación de cargos, debido al reconocimiento al derecho de las protestas pacíficas, presentando un paquete de reformas que incluya la igualdad y la inclusión, de forma que genere empleo, y, lo más importante, garantice la educación para todos las y los panameños.
En México, la izquierda ha sido motor histórico de la transformación social en nuestro país, logrando avances democráticos importantes para el desarrollo de las personas. Las juventudes del PRD y de MORENA reivindicamos los postulados de la izquierda y seguiremos luchando por lograr mayor justicia social e igualdad.
Reconocemos la transformación por la que México atraviesa actualmente y como jóvenes entendemos el reto que las izquierdas tienen de cara al futuro para que nunca más las prácticas del viejo régimen se instalen en nuestro país. Nuestra generación asume el compromiso de cambiar la política y responsablemente convertirse en el relevo generacional que la sociedad necesita.
Desde los Estados Unidos se está luchando por el alma de nuestra nación. Entre el aumento de la desconfianza en las noticias y el aumento de grupos de odio que, como Presidente, Donald Trump no condena, los progresistas tienen que luchar contra ambos grupos conservadores en cada momento y también para nuestro futuro del país. En la gente está creciendo el escepticismo sobre las políticas nacionales, por lo que grupos locales están pasando políticas progresivas en las comunas en que tienen el control de verdad. Más personas están participando en asuntos local y sus comunidades están apoyándolos con sus campañas en sus barrios, ciudades y pueblos.
La primaria demócrata del 2020 comenzó con más que treinta candidatos que están todos ofertando una visión diferente de cómo ganar a Donald Trump. El o la candidata que gane va a moldear el futuro del Partido Demócrata, que esperamos que sea un partido que luche por la gente, trabajando en todos los estados y todas partes de la nación.
En Paraguay, el gobierno caracterizado por sus políticas neoliberales, ha profundizado la situación de crisis que repercute en una actual recesión económica. Es así mismo preocupante, ser el país con la distribución de tierra más desigual del mundo, el segundo país con mayor tasa de deforestación a nivel mundial, sumando al registro de incendios forestales, que han afectado al 51% del Chaco paraguayo.
Por otro lado, se ve un creciente retroceso en los derechos humanos y en la democracia, con los hechos de violencia ejercidos por grupos anti-derechos en Marchas LGTBIQ+ promulgados y legitimados por gobiernos locales, los crecientes casos de feminicidios ocurridos, la criminalización de las luchas estudiantiles y campesinas. En contrapartida, acompañamos a la articulación de fuerzas de oposición y de articulación con otras juventudes políticas, ya que creemos que es el camino para poder combatir estas crecientes desigualdades.
Esperamos expectantes los resultados de las elecciones nacionales en Uruguay, apoyando un nuevo gobierno frenteamplista liderado por el compañero Daniel Martínez, que continúe mejorando la calidad de vida de sus ciudadanos y ciudadanas, con igualdad, justicia y más derechos. Vemos también con preocupación el avance de la derecha reaccionaria en ese país.
Respaldamos el proceso de dialogo nacional que se ha dado en Venezuela, exhortando que puedan trabajar los actores políticos en encontrar soluciones necesarias, en el marco de la negociación para una salida pacífica, electoral y democrática a la crisis que vive el país. Lo anterior incluye el llamado a la liberación de los presos políticos, la renovación del organismo electoral, el cese de la violencia política y el respeto a los derechos humanos, como primeras acciones que deben ser tomadas por el gobierno de Maduro, acompañado por las organizaciones internacionales.
Solidarizamos con los más de 4 millones de venezolanos y venezolanas que, producto de la crisis política, económica y social, han tenido que abandonar el país, y que hoy se enfrentan a distintas dificultades en todos los países a los que han emigrado. Desde nuestras organizaciones miembros fraternizamos con los migrantes y refugiados, luchando por su inclusión en las sociedades, especialmente en Sudamérica.
Nos sumamos a las hermanas y hermanos de Nicaragua, que se encuentran en una crisis interna, en la que han visto amenazados y violentados sus derechos básicos, entre ellos la libertad de expresión y de tránsito en su territorio. Hacemos un llamado a una salida pacífica para la comunidad nicaragüense, al restablecimiento de la democracia y la estabilidad económica, a partir de la búsqueda de soluciones a largo plazo en favor de cada compañero y compañera nicaragüense.
Finalmente, celebramos que el próximo Congreso de IUSY en abril del 2020 se celebre en nuestra región, gracias a la organización de la Juventud del Partido Revolucionario Democrático de Panamá. Tenemos toda la confianza en que será un evento que se realizará a la altura de las circunstancias, en un país que reúne a grandes compañeros y compañeras.
El Comité Americano extiende el agradecimiento a la organización anfitriona Juventud Socialista del Ecuador por las actividades realizadas y la hospitalidad de sus militantes, abriendo sus puertas al debate de las izquierdas jóvenes de América.
¡Si a la Paz!
¡Vamos a tirar al patriarcado!
¡Relevo generacional ya!
¡En todo el mundo para cambiarlo!
Comité Americano de IUSY 19´
Quito, Ecuador
09 de noviembre de 2019
Final Declaration of IUSY American Committee 2019
“Progressive defense? Strategies and scenarios for a new political moment in the region”
The American Committee of the International Union of Socialist Youth – IUSY, for its acronym in English – met between November 7 and 10 in the city of Quito, Ecuador, with the objective of reflecting on the current situation of the region, about the state of our democracies, the emergence of strong social movements and the militarist response of the continental right. That brings us to the imperative need to think about the progressive cycle, the conservative wave, the reaction of the left and the new scenarios that open up to the dilemmas in the face of wild capitalism.
In a global context in which inequalities deepen and young people rise to criticize elements that have normalized, we welcome that in our societies social protest has taken the spaces for debate to modify political and economic structures and put on the agenda feminist, environmental, indigenous, sexual dissent, constitutional issues, among others.
This inequality has historically favored a minority that concentrates wealth on our continent, to the detriment of the middle and popular sectors. This was reinforced by the governments of the regional right, partners in the Lima Group, applying the old neoliberal prescription to restrict the public to subsidies, to precarize social rights and to strengthen the police state in the face of demonstrations.
To this has been added the establishment of strategic alliances with the business and faith sectors, legitimizing itself through the management of the hegemonic means of communication, the militarization of our societies and the judicialization of politics as usual practice. We are concerned about the deaths, the wounded, the sexually violated, the torture, persecution, illegal detentions and exiles of this last time, especially in the youth, in response to the organization and mobilization of the peoples.
As young socialists, social democrats and Labor we are called not only to reflect critically on the prevailing reality, but to be present with the people in their mass expressions, to be part of the relevant discussions and to participate in the social fabric. Our parties are being summoned to update programs, speeches and organic, in order to channel the new and growing social demands that emerge in our continent.
The situation in Ecuador causes us a double sensation. On the one hand, we see with deep optimism the process of resistance and social mobilization of broad popular sectors before the structural adjustment measures promoted by the Moreno government under the design of the International Monetary Fund. However, the defeat caused by the people to the ruling party left a high cost in victims and freedoms.
We denounce the violation of human rights by police forces during the protests, as well as the fierce political persecution of which elected opposition authorities, social and political leaders, alternative media and citizens who have expressed their rejection are being victims to the authoritarian and neoliberal drift of the power block in the government.
The sensitive situation that Bolivia is going through forces us to remember the need to defend democracy above all. We have a concern about the events that have taken place in the Andean country, with a quartering by the national police in some cities. We urge that the popular vote be respected, awaiting the final OAS report of the elections last October.
The interference of repressive forces in the political debate is reprehensible, so we hope that political tendencies will give up tempting old enemies of our peoples, and that the conflict is routed in a peaceful solution through dialogue. We repudiate the rise in arms and the attempted coup d’état, putting the people at risk through reckless actions.
In Chile, we are witnessing the spring of that country in the heat of a social explosion full of creativity and a mass never seen before, with more than 20 days of demonstrations throughout the country. The experiment of neoliberalism was born and must die in Chilean lands, by the hand of social agendas that restore the public in fundamental rights, and progress is made in a participatory process to achieve a new Constitution born in democracy.
We strongly condemn the response of the government of Sebastián Piñera against the mobilizations, ignoring the demands, calling on the Armed Forces to curtail the marches, validating the repression of police, and violating the human rights of those who are protesting, reviving the image of the Pinochet dictatorship, with 23 dead, hundreds injured, reports of torture, sexual violence and numerous cases of partial blindness from the use of pellets.
We are very anxious about the situation in Brazil, where the hate speeches planted by Jair Bolsonaro have gone deep. The contempt for the poor, women, indigenous peoples, Afro-descendants, the LGTBIQ + community, among others, only reinforces all our fears. The Armed Forces in the street, violence, attacks on the different and the vulnerable, lack of respect for institutions and disdain for democracy are the common denominator of that government.
Even having that black panorama, the exit of the prison of Lula da Silva brings us great joy in the face of the injustice articulated by the current Minister of Justice, Sergio Moro, with the aim of preventing his return to Palacio de Planalto. We hope that lawfare will be a bad nightmare and that the misuse of legal instruments to perpetrate soft coups and persecution of social and political leaders will end.
Argentina has more than 8 years of economic stagnation, aggravated by the economic policy of the government of Mauricio Macri that will end its mandate leaving the country immersed in a deep economic and social crisis: on the verge of hyperinflation, with a large fall in GDP, more 35% of the Argentineans below the poverty line and without policies that guarantee food, education, health and work to all Argentines. On December 10, after the forceful popular expression in the last national elections, a new president, Alberto Fernández, will assume, whose government will face enormous challenges. The call for a great national agreement, with representation of all political, productive, business and civil society sectors will be essential to move forward the economy and improve the quality of life of the Argentine people.
The systematic murder of social leaders and human rights defenders in Colombia is a phenomenon that has been growing alarmingly in recent months. The attacks against him have led to mobilizations in the main cities to reject them and require the government of Iván Duque to make the necessary efforts to support the affected leaderships, speeding up judicial investigations and reinforcing prevention and protection measures. The continuity of latent dynamics of violence, despite the implementation of the peace agreement with the FARC, keeps us alert.
In the case of Costa Rica, we celebrate the next entry into force of equal marriage, in May 2020, which makes us proud. We call for further progress in sexual and reproductive rights, as is done with the signing of the technical norm of therapeutic abortion in that country.
From Panama, we highlight the leadership and interest of President Laurentino Nito Cortizo in dialogue and consensus building with hundreds of young Panamanians who had been arrested for the development of protests for constitutional reforms. Thanks to this, the withdrawal of charges was achieved, due to the recognition of the right to peaceful protests, presenting a package of reforms that includes equality and inclusion, in a way that creates employment, and, most importantly, guarantees the education for all Panamanians.
In Mexico, the left has been the historical engine of social transformation in our country, achieving important democratic advances for the development of people. The PRD and MORENA youths vindicate the postulates of the left and we will continue to fight for greater social justice and equality.
We recognize the transformation that Mexico is currently going through and as young people we understand the challenge that the lefts face for the future so that the old regime’s practices are never installed in our country. Our generation assumes the commitment to change politics and responsibly become the generational change that society needs.
From the United States is fighting for the soul of our nation. Between the increase in distrust in the news and the increase in hate groups that, as President, Donald Trump does not condemn, progressives have to fight both conservative groups at all times and also for our future in the country. People are growing skepticism about national policies, so local groups are passing progressive policies in the communes in which they have real control. More people are participating in local affairs and their communities are supporting them with their campaigns in their neighborhoods, cities and towns.
The 2020 Democratic primary began with more than thirty candidates who are all offering a different vision of how to win Donald Trump. The candidate who wins will shape the future of the Democratic Party, which we hope will be a party that fights for the people, working in all states and all parts of the nation.
In Paraguay, the government characterized by its neoliberal policies has deepened the crisis situation that has an impact on a current economic recession. It is also worrying to be the country with the most unequal distribution of land in the world, the second country with the highest deforestation rate in the world, adding to the record of forest fires, which have affected 51% of the Paraguayan Chaco.
On the other hand, there is a growing decline in human rights and democracy, with the acts of violence perpetrated by anti-rights groups in LGTBIQ + Marches promulgated and legitimized by local governments, the growing cases of femicides, the criminalization of student and peasant struggles. On the other hand, we accompany the articulation of opposition and articulation forces with other political youths, since we believe that it is the way to combat these growing inequalities.
We look forward to the results of the national elections in Uruguay, supporting a new front-wing government led by fellow Daniel Martínez, which continues to improve the quality of life of its citizens, with equality, justice and more rights. We also see with concern the progress of the reactionary right in that country.
We support the national dialogue process that has taken place in Venezuela, urging that political actors can work to find necessary solutions, in the framework of the negotiation for a peaceful, electoral and democratic exit to the crisis in the country. The foregoing includes the call for the release of political prisoners, the renewal of the electoral body, the cessation of political violence and respect for human rights, as the first actions to be taken by the Maduro government, accompanied by organizations International
We solidarity with the more than 4 million Venezuelans who, as a result of the political, economic and social crisis, have had to leave the country, and who today face different difficulties in all the countries to which they have emigrated. From our member organizations we fraternize with migrants and refugees, fighting for their inclusion in societies, especially in South America.
We join the sisters and brothers of Nicaragua, who are in an internal crisis, in which their basic rights have been threatened and violated, including freedom of expression and transit in their territory. We call for a peaceful exit for the Nicaraguan community, for the restoration of democracy and economic stability, based on the search for long-term solutions in favor of each Nicaraguan partner.
Finally, we celebrate that the next IUSY Congress in April 2020 will be held in our region, thanks to the organization of the Youth of the Democratic Revolutionary Party of Panama. We have all the confidence that it will be an event that will take place at the height of the circumstances, in a country that brings together great partners.
The American Committee extends its gratitude to the host organization Socialist Youth of Ecuador for the activities carried out and the hospitality of its militants, opening its doors to the debate of the young left of America.
¡Si a la Paz!
¡Vamos a tirar al patriarcado!
¡Relevo generacional ya!
¡En todo el mundo para cambiarlo!
American Committee 19’-IUSY
Quito, Ecuador
November 9th 2019